Me parece que se me había pasado comentaros pero…
Las criptodivisas cada vez están tomando más fuerza. Hace 5 años resultaba difícil realizar cualquier pago con ellas, pero hoy en día es algo bastante habitual . A pesar de que todavía hay gente que las asocia directamente con los pagos de ransomware (para descifrar equipos infectados) a través de la Deep Web, es posible usarlas para cosas tan comunes como hacer la compra en Amazon. En este caso nos centraremos en Bitcoin, pero existen otras criptodivisas como Ripple o BitShares que bien son dignas de mención.
Los dos principales beneficios de Bitcoin son la descentralización y la anonimidad de las transacciones que con ella se realizan. Esto se consigue manteniendo una contabilidad publica denominada “blockchain” a través de una red P2P (sin intermediarios o control central), en la que es posible comprobar la validez de todos los intercambios que se realizan. Éstos se protegen mediante las firmas digitales correspondientes a sus direcciones concretas, las cuales son completamente anónimas y no están asociadas a unos determinados nombres personales o empresariales. La forma de conseguir Bitcoins (dejando a un lado cambios de divisa) es mediante “mining”. Se basa en el procesado de transacciones usando el poder computacional del hardware, para conseguir por ello una recompensa. Esto ha llevado a situaciones tan curiosas como granjas de consolas (dado su bajo coste y su buena GPU) o familias de malware únicamente destinadas a infectar equipos para que trabajen en el minado de Bitcoins.
Desde que empezó esta andadura en 2008, muchas han sido las anécdotas que han surgido alrededor de Bitcoin. Archiconocida es la primera compra que se realizó: 10.000 Bitcoins por 2 pizzas. Aunque a primera vista no parezca algo excesivamente exagerado, si calculamos el coste de dichas pizzas al cambio actual, tendrían un valor de más de 4 millones de euros. Pero sin duda la historia más curiosa sobre Bitcoin, es la de Satoshi Nakamoto (diseñador/creador). Su identidad ha sido siempre un gran misterio, y a pesar de que muchas personas han estado en el punto de mira, no se ha logrado saber con certeza si realmente se trataban de él. El último en unirse a esta lista ha sido Craig Wrigh, que a pesar de aportar pruebas, éstas no han sido aceptadas fervientemente por la comunidad.
Nadie sabe cuál será el futuro de Bitcoin, pero todos deberíamos tener un ojo puesto en esta criptodivisa que no para de crecer tanto en valor como aceptación social y comercial.
El que avisa no es traidor.
