Redes privadas virtuales para humanos

Redes Privadas VirtualesSeguridad, es la palabra que buscamos cuando tenemos todo a mano. En casa o en nuestro móvil, damos por sentado que tenemos seguridad. Suponemos que nadie más está dentro de nuestra red (mejor revisarlo) y puede robarnos las contraseñas, las cookies o credenciales de nuestra cuenta de correo, las redes sociales o el banco para usurpar nuestra identidad y hacer cualquier maldad, derivando toda la responsabilidad hacia nosotros. Además, como somos ya perros viejos en esto de la seguridad, sabemos que no nos tenemos que conectar a puntos Wifis abiertos o de cualquier bar o establecimiento, porque cualquiera podría hacernos una escabechina. Esto lo tenemos claro, no hay duda. Pero, ¿qué pasa cuando no estamos en nuestro país? Las altas tarifas para navegar hacen que muchos nos veamos obligados a utilizar el Smartphone como lo que realmente es, un teléfono. Además, como las llamadas también suelen ser caras, su uso se simplifica a utilizarlo únicamente para las llamadas de “estoy vivo” a la familia, recurriendo a los “toques” y a “solo me llamas si es algo importantísimo”.

Pero nosotros, “yonkis” de Internet, de las plataformas sociales y de todos los servicios que nos han puesto en nuestro “teléfono” deseamos conectarnos y dar envidia a todos con nuestras fotos. Aunque también está la situación de que, como de pasta no andamos muy holgados, tenemos que ir mirando cuánto dinero nos queda en la cuenta para verificar que no nos han robado, que nos han cobrado bien y que todavía podemos seguir disfrutando. Pero todo esto, ¿cómo lo hacemos sin Internet? Pues es muy normal ir a un McDonald’s, un AppleStore o un bar con Wifi gratis y, por supuesto, vender nuestra alma al portal cautivo, si lo hay, y nos conectamos a Internet. Llegados a este punto, seamos sinceros, la seguridad se esfuma por el desagüe. Queremos comunicarnos, ver nuestros saldos, enviar, leer y responder emails, subir fotos, mirar nuestro juego favorito,… Hacemos todo lo que no hemos podido hacer por estar “incomunicados”.

El problema surge cuando un villano sin escrúpulos que está en la misma red que nosotros está revisando el tráfico que va por la red. Nos roba todo, absolutamente todo y nos fastidian las vacaciones. ¿Cómo podemos paliar un poco este problema? Pues con redes privadas virtuales o, como mejor se las conoce VPNs. A groso modo, es una red privada y cifrada que permite una navegación más segura. Muchas empresas lo utilizan para que empleados deslocalizados puedan trabajar en cualquier parte del mundo como si estuvieran en su propia empresa con la misma seguridad. Entonces, ¿esta solución podría servirnos a nosotros en nuestros viajes al extranjero para que no nos roben nuestra identidad y dinero digital? En mi humilde opinión, creo que sí. El problema es encontrar un servicio del cual, te puedas fiar.

Actualmente existen varias soluciones para ello, de pago y gratuitas. Yo suelo utilizar tres, freeVPN, VPNbook y FrootVPN . Las tres son gratuitas y tienen manuales para utilizarlo desde dispositivos Android o iOS, pero la última es la única que necesita un registro para que la contraseña no varíe. Evidentemente siempre te quedas con la pregunta de que si ellos te leen la información que envías, pero hay que hacer un gesto de confianza. Si de todas formas sigues sin fiarte, con un router compatible con el sistema OpenWRT y un servicio como No-IP, podemos crear nuestro propia VPN para salir al mundo desde cualquier lugar como si estuviéramos en casa. Como reflexión, la seguridad es un elemento muy importante, de eso no hay duda. Pero tendemos a olvidarlo en pos de la comodidad  y de pensar que nuestros datos no le interesan a nadie como comenta mi compañero Borja.

Patxi Galan García
Acerca de
Investigador de S3lab
Expertise: Natural Language Processing, Android, Cyberbullying